Marlene Wayar

lunes, 19 de marzo de 2012

Con motivo del atentado al colegio Ozar Hatora de Toulouse (Francia)

A la vista de determinados comentarios expresados en esta red social con motivo del atentado al colegio Ozar Hatora de Toulouse (Francia), creemos necesario dejar en claro lo siguiente:
"Quien crea que un niño judío merece morir porque el gobierno del Estado de Israel aterroriza al pueblo Palestino, o bien crea que un niño palestino merece morir bajo los misiles de ese Estado porque hay adultos en su pueblo que realizan actos de terrorismo... su respeto por los Derechos Humanos no es mayor que el de los propios asesinos. Y a quien no crea que esos niños merezcan la muerte, pero las de unos le duelan más que las de otros, le invitamos a reflexionar."

[Equipo de Administración del servicio de la Página de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en Facebook]


Una primer reflexión me nace a partir del uso sexista del lenguaje donde parecen no existir las niñas y mucho menos la niñez por fuera de los parámetros heteronormativos. Puede deberse a un simple problema de traducción. Pero también podemos (forzarlo a pensar) pensarlo a partir de la responsabilidad detrás de la construcción de las guerras, que es inocultablemente una responsabilidad de lo hombre más allá de que nos encontremos en los escenarios de guerra con feminidades y diversidad sexo-genérica, las niñas aquí y de modo histórico han sido parte del Botín de Guerra (busquen en Pagina 12, Botín de Guerra un film de David Blaustein para entrever en Argentina lo que nos pasó al respecto) niños y niñas forman parte de él y las niñas con rasgos de género particularísimos en su crueldad. Me pregunto si reflexionando partir de la indagación de estos fenómenos humanos y sumándole la particular forma de lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo podemos hacer reflexiones que nos guíen en acciones tendientes a horadar lo hombre en toda sociedad para comprender como el odio se construye socialmente con acciones de este tipo para que nunca crezca la posibilidad de enfrentar las diferencias desde lo femenino. Pensar la estrategia de la guerra como Mamushkas, una dentro de otra alojando el odio en todos los tamaños posibles inoculando el odio, el miedo, el terror en la niñez para producir sujetxs incapaces de identificarse con el Otrx mas allá de toda evidencia de humanidad.




Esta conversación se inició en facebook donde hay muchas opiniones que no puedo transcribir pero que pueden ver en este link: